Cada viernes cuando el sol empieza a esconderse, suena una sirena en las calles de Jerusalén que indica que el sabbat ha comenzado. Es el día de descanso para los judíos, dedicado a la oración y la lectura de la Torá. Según las leyes judías, durante el sabbat no se puede cocinar, conducir o usar el móvil, entre otras muchas prohibiciones.
El transporte público deja de funcionar, centros comerciales y negocios cierran. Hasta el anochecer del sábado todo se paraliza, o casi todo: si uno busca bien puede encontrar cafés, restaurantes y bares donde el sonido de la sirena parece no haber llegado. Disfruta de nuestra propuesta con cinco lugares en los que el cartel de la puerta dice: Abierto por sabbat. Lea más aquí